Cambié de cara y empecé a usar camisas.
Me dejé la barba, me compré varias cosas. Empecé a salir más, como me decían.
Varié en todos los consumos. Cambié bebidas.
Me hice una chica. Tiene ojos de cine y sonrisa destructora. Tiene el pelo en llamas y los brazos más largos que vi en mi vida.
Vi la noche, y es larga y oscura y suenan sirenas y corremos y saltamos y algunos vomitamos; y nos peleamos y viajamos.
Insulté, agredí, llamé a cualquier hora del día. Escuché sus nombres, los aborrecí. Me asqueé y me borré. Volví.
Escribí, miré, fotografié, dibujé y escuché.
Le dije “andá a cagar” y la perdoné, todas las noches.
Le dije “te amo” y me perdona, todos los días.
En el fondo de mi vientre hay un lugar lleno de basura. Siempre es la misma.
martes, 1 de diciembre de 2009
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